ANDAR O CORRER ¿Por cuál me decido? ¿Qué es mejor? ¿Qué me conviene?

Cada vez es mayor el número de personas que deciden  lanzarse a hacer deporte. Y nos hacemos la pregunta “¿Qué es mejor para mí? ¿Andar o correr?” Pues, como casi siempre, depende de tus objetivos y tus condiciones.

Si eres una persona que:

-sale de una vida sedentaria.

-sale de una lesión.

-busca una actividad de mínimo impacto.

-padeces enfermedades, lesiones crónicas o sobrepeso.

-busca una primera actividad como paso previo a otra de mayor intensidad física.

…en ese caso ANDAR es la mejor opción.

Si, por el contrario, buscas:

intensidad.

quemar más calorías (Una carrera de 25’ proporciona los mismos beneficios que una caminata de 105’)

mejora de otras capacidades físicas.

pérdida de peso y definición del cuerpo.

…en ese caso CORRER es la mejor opción.

Como empezar en el hábito de ANDAR.

Las sesiones pueden planificarse dependiendo de la intensidad: es importante una correcta postura corporal con cabeza y cuerpo en un mismo plano, intentando mantener el abdomen activo, para tonificar y aprender una correcta técnica de respiración. Parques, calles, caminos… todo vale: es una disciplina muy accesible a la que te adaptarás muy fácilmente.

Recomendamos empezar con 2 -3 sesiones semanales que pueden durar unos 30 minutos. Con tiempo y paciencia, llegarás a grandes e intensas caminatas.

El calzado ha de ser específico para caminar.

Cómo empezar en el hábito de CORRER

Correr nos permite trabajar todas las vertientes:  la fuerza, la resistencia, la potencia aeróbica, la flexibilidad y la técnica.

Permite diferentes intensidades -desde la fase de iniciación hasta aquellas en las que busques cada vez mayor rendimiento, pasando por las de perfeccionamiento de tu técnica y los beneficios para nuestro organismo se pueden percibir de forma inmediata, en muy poco tiempo nuestro cuerpo cambiará su aspecto y nos estaremos acercando a los objetivos que nos planteemos.

Al ser una actividad más intensa que andar, también es cierto que aumenta el riesgo de una posible lesión, por lo que debemos adaptarnos poco a poco a la distancia, intensidad e impactos. Es importante compensar la fuerza y el peso corporal para correr menos riesgo de lesiones y, ante todo, debemos respetar los descansos y períodos de recuperación.

En una fase de iniciación es aconsejable adherirse a los grupos de correr que tenemos en iniciación.

Es aconsejable entrenar 2-3 días semanales para ir aumentando los kilómetros e intensidades progresivamente, ser constante y adquirir el compromiso de no faltar a la cita. Y muy importante invertir en buenas zapatillas.

Y después de las sesiones de andar o correr imprescindible  realizar ESTIRAMIENTOS para evitar lesiones y mantenernos flexibles.